miércoles, 27 de marzo de 2013

Una competencia sin caretas




"Se conocieron los dos
por los lados de Payara
Uno levantó la voz
el otro no dijo nada
Se pusieron a pelear
no quedaba más remedio
Mucuritas, El Yagual
Y las Queseras del Medio"
Canción El Negro y el Catire
Autor: Simón Díaz

Carlos Valmore Rodríguez                                                               

Scottsdale
Por ser de utilería, el  spring training subvierte al beisbol. Infielders jugando en los jardines, abridores relevando, estrellas totalmente sanas jugando en las menores, peloteros levantados al alba y camaradas confrontados por una miga de roster. Pasa todos los años en primavera y este 2013 el veleidoso azar llamó a duelo a dos viejos compañeros de ruta:  el miradino Yorvit Torrealba y el sucrense Ramón Hernández, pareja de dominó, binomio de whiskys y  afectos desde hace 16 años, criaturas del mismo vientre: Pastora de Occidente.   
Los Rockies de Colorado pueden darle posada a uno de los dos como receptor suplente.  Ese se quedará con el trabajo, el otro recogerá sus aperos. Aunque se empeñen en negarlo, están en competencia, así vistan el mismo uniforme, coincidan en las rutinas de práctica y sean vecinos de camerino. "Es uno o es otro, porque esta gente no se va a llevar a tres catchers", vaticina el enmascarado oriental. 
Hernández y Torrealba se conocieron en Maracaibo por allá por la temporada 1996-1997 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, como caretas de Pastora. A sus 20 años de edad, el cumanés formaba parte de los titulares. A sus 18, el guarenero debutaba. Los dos se mudaron a Acarigua cuando Pastora emigró a los Llanos y tomaron el mismo ferry a Margarita a bordeo de los Bravos. Cuando jugaron juntos  por última vez, en la contienda 2006-2007, tanto uno como el otro se habían constituido en figuras de la pelota venezolana, aunque Ramón refulgía como la estrella indiscutible. Un septenio después siguieron en Salt Rivers Fields las tertulias en el Bachiller Julio Hernández Molina y el estadio Nueva Esparta. Claro, ahora son distintas. Ellos son distintos. "Conocen que solo hay un puesto para los dos y la amistad sigue siendo la misma", ha observado desde afuera Carlos González,  uno de los peso pesado dentro del clubhouse rocoso.  "Son dos veteranos que han hecho grandes cosas y saben cuál es la situación: que si no es aquí, puede ser en otro equipo".   
¿Cómo es competir con Ramón Hernández?, preguntamos a Yorvit Torrealba. "Es una situación un poco incómoda", confiesa.  "Imagínate, toda una vida conociendo a Ramón y  sabemos que al final del día uno es el que se puede quedar. Tengo mucho respeto hacia él.  Seguimos siendo amigos. Pero Ramón hace su trabajo y yo hago el mío", reconoce el militante de los Leones del Caracas. "Seguimos compartiendo. No lo vemos como una competencia ni lo asumimos como un eres tú o soy yo. Nos lo hemos tomado con soda, tranquilos. Ramón tiene todas las de ganar porque tiene su contrato garantizado y le queda un año más con la organización. Yo sigo batallando a ver qué sucede".
¿Y cómo es competir con Yorvit Torrealba?, se le consultó a Ramón Hernández.  "No vale, cada quien va a hacer su trabajo cuando lo ponen a jugar. Además, hay 29 equipos más",  atajó el sucrense.  "No es competencia, sino que el equipo se queda con quien cree que lo va a ayudar a ganar. Así es este negocio. A veces quieren salir del sueldo de uno, porque es mucho y el otro es menos. De repente quieren irse con un cambio. Yo a eso no le paro. Si no es aquí será en otro lado".
¿Qué recuerda más vívidamente de sus correrías con Ramón Hernández? Volvimos a consultar a Torrealba.  "Yo me acuerdo cuando estuvimos a un juego de ir con Pastora a la final",  responde. "Después de que perdimos, nos quedamos en el clubhouse como hasta las tres de la mañana echando chistes, pero tristes porque no pudimos llegar. Recuerdo  un juego de estrellas que hizo Carlos Guillén en el cual también compartimos".
"Cuando yo llegué a Pastora,  él y Robert Machado eran los dos catchers",  viaja al pasado Torrealba.  "Él ya había jugado en instruccional mientras que yo estaba nuevecito, ni siquiera había viajado a Estados Unidos.  Él era prospectazo de Oakland. Yo era su backup. Después él empezó a jugar primera y yo era el catcher de todos los días. Y aquí estamos  todavía, 16 años después".
¿Qué recuerda más vívidamente de sus correrías al lado de Yorvit Torrealba?,  repreguntamos a Hernández. "Nos conocimos hace años, cuando firmé, que todavía era Petroleros de Cabimas", retrocede la cinta. "Estaba él empezando. Después, en Grandes Ligas,  siempre coincidíamos porque él estaba con San Francisco y yo con Oakland (ciudades vecinas en el estado de California). Nos enfrentábamos en interligas. Y tuvimos todos esos años juntos en Pastora. Él era el catcher y yo jugaba primera. Siempre nos divertíamos, nos llevábamos muy bien. Jugábamos en un equipo que para esa época era ganador y siempre competíamos en el round robin, metidos en la pelea. Compartíamos después de los juegos. Después nos cambiaron, a mí para Magallanes y a él para Caracas. He ido para su casa un par de veces y él a la mía".  
¿Qué es lo que más respeta de Ramón Hernández?, indagamos con Torrealba. "Su forma de trabajar", es la respuesta. "Se prepara bien. Así era en Acarigua. Siempre va a batallar y lo demostró en Pastora, cuando llegaba listo para jugar en cuanto lo necesitaban. No es de los que decían: 'yo gano tanto, denme el día libre'. Le gusta jugar".
¿Qué es lo que más respeta de Yorvit Torrealba?, volvimos con Ramón Hernández. "Es muy profesional",  repone.  "Es un muchacho que ha madurado mucho, está concentrado en lo que hace. Se prepara para lo que tiene que hacer. Son pocos los peloteros que respetan el juego como hay que respetarlo".
¿Qué es lo que más valora Yorvit Torrealba de la personalidad de Ramón Hernández?  "Que es súper tranquilo", dice. "Han sido pocas las veces a lo largo de estos años que yo he visto a Ramón molesto".  
¿Y qué es lo que más aprecia Ramón Hernández de la forma de ser de Yorvit Torrealba?  "Que es muy buena persona",  manifiesta. "Tiene muy buen corazón y ayuda al que tenga que ayudar. Es una persona muy alegre, siempre está contento, siempre le busca  el lado bueno a las cosas. Y eso es positivo, porque este juego es bastante largo y pasarla mal no se puede, porque vas a tener un año horrible".
¿Cuál es la principal diferencia  entre Ramón Hernández y Yorvit Torrealba?  Ambos coinciden.  "Ramón no es  un Yorvit Torrealba, que a lo mejor hace saber a las personas que está molesto",  apostilla el de Guarenas. "Ramón se reserva las cosas para evitar problemas. Es casi el mismo que siempre ha sido: callado. Nunca está fanfarroneando. Yo soy más directo". Hernández tiene una percepción parecida. "Yo soy más callado", apunta.  "Él es más juguetón, echa más broma, aunque yo también echo mis bromas de vez en cuando. Me imagino que por eso es que nos llevamos bien, porque él es el que habla más y yo soy el que se ríe".
¿Qué hará Yorvit Torrealba si el ganador es Ramón Hernández?  "Yo tengo en mi contrato que el 27 de marzo (hoy) tienen que darme una respuesta sobre si hago el equipo o no, para que me dé tiempo de contactar a otros clubes que se rumora están interesados en mí, siempre y cuando sea para estar en Grandes Ligas", expresa el catcher de 34 años de edad, dos menos que Ramón.  "No tengo pensado ir a las menores, no tengo nada que demostrar allá. Si no se consigue nada me iré a mi casa a pasarla con mi familia y a prepararme para jugar en Venezuela. Luego me gustaría ser técnico porque me agrada enseñar, aunque a la vez es incómodo hacer tantos viajes que tendría que seguir haciendo. Ya tengo 18 temporadas y he viajado mucho. Pero no pienso en el retiro y por eso no estudio esa posibilidad. Hasta los momentos he tenido uno de mis mejores spring training en muchos años. No he jugado mucho, pero he dado diez hits en 20 turnos y un jonrón. A la defensa he sacado a varios corredores, he bloqueado bien el home, les ha gustado cómo he llamado los juegos y el brazo, que era una interrogante después de la lesión, no me ha molestado. Me siento saludable".
¿Qué hará Ramón Hernández si el ganador es Yorvit?  "No se va a acabar el mundo porque vaya a otro equipo. Esto es así, es un negocio", replica. "A mí todavía me gusta el beisbol y por eso estoy jugando. Aún siento la emoción cuando va a comenzar el partido. A uno le gusta estar aquí, y mientras eso sea así es porque todavía tienes la pasión por el  juego. Y trataré de jugar hasta que se me vaya esa emoción".
¿Quién se quedará con la posición de reemplazo del dominicano Wilin Rosario? Eso depende de las prioridades de Colorado. Si es en función del rendimiento, Torrealba ha logrado un mejor desempeño ofensivo gracias a su promedio de .529 en 17 turnos esta pretemporada. Hernández, en cambio, liga para .200 en 20 viajes. Si lo que quieren los Rockies es ahorrar, entonces buscarán cambiar a Hernández, que tiene contrato garantizado.  "Hasta ahora solo me han dicho que no saben", apuntó el cumanés. Versiones periodísticas han asegurado que si los Rockies no logran cambiar a Ramón, estarían dispuestos a dejarlo ir y pagarle su dinero, más de tres millones de dólares. 
Un miembro del equipo lamentó cómo la gerencia manejó el caso.  "Claro que ellos saben lo que van a hacer", contó la fuente. "Pero deberían haber decidido antes, porque si Yorvit queda fuera no va a tener casi tiempo para buscar otro equipo".





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