martes, 3 de noviembre de 2015

Freddy García: abanderado y as de Venezuela en la Premier 12



Carlos Valmore Rodríguez
Freddy García trajinó la camisa nacional por última vez el 14 de marzo de 2006, cuando aceptó  una carrera y cuatro hits en igual cantidad de innings a República Dominicana. Ocurrió durante el juego que eliminó a Venezuela en la segunda ronda  del primer Clásico Mundial. En una semana se la pondrá de nuevo, no en el Clásico ni ante bigleaguers como Albert Pujols, David Ortiz y Adrián Beltré, sino para el nacimiento de la Copa Premier 12, un certamen internacional que reúne a los países mejor ubicados en el ranking de la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol.
García tomará la pelota  contra México el próximo 10 de noviembre en la ciudad taiwanesa de Taoyuan, hospedaje de la Vinotinto en la instancia inicial del torneo, en el cual el pelotón tricolor formará parte del grupo B junto a Estados Unidos, Corea del Sur, República Dominicana y los mexicanos. Será el pitcher de la batalla inaugural.  “Asumiremos esta responsabilidad con humildad para representar a nuestro país con orgullo. Todo el equipo está preparado para realizar un buen campeonato y ganar el título de este torneo de tanta importancia”, dijo García durante la ceremonia de abanderamiento por parte del ministro del Deporte, Pedro Infante.
Por más que García haya ganado 156 encuentros en las mayores, por encima de cualquier otro serpentinero venezolano, el mánager Luis Sojo no lo eligió como as de la rotación por su pasado, sino por su presente. “El primer juego es contra México y él viene de lanzar allá, de manera que puede conocerlos”, explicó su decisión el piloto, quien tiene previsto soltar al diestro Felipe Paulino contra la selección de Estados Unidos y al también derecho Carlos Monasterios ante Corea. Los tres lanzaron en el circo máximo, al igual que Fernando Nieve, a quien vislumbra como cerrador.
Sojo expresó su disgusto por la escasa cooperación de los elencos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional para con el equipo que defenderá a la Nación. “Le negaron el permiso a varios de los que estaban en la lista y que ahora no podrán representar a Venezuela”, lamentó Sojo. “Pero al menos los peloteros que están acá son los que quieren estar, no hay nadie obligado. Todos tienen un gran compromiso”.
Sojo adelantó que entre José Yépez y Juan Apodaca se repartirán la receptoría. Luis Jiménez y Francisco Caraballo se alternarán como inicialista y designado. Rayner Olmedo será el camarero y Gregorio Petit el campocorto. El custodio de la antesala será Mario Martínez. En los jardines, Frank Díaz custodiará el izquierdo, Jonathan Sivira el central y Juan Rivera el derecho. Entre todos ellos, el único "amateur" es Sivira, viajero frecuente de estas expediciones venezolanas por suelo ajeno. Sivira jugó en ligas menores con los Cardenales de San Luis.
Se trata de un plantel muy superior a los que puede armar Venezuela para estos torneos federativos. Una decena de sus integrantes tocaron el techo de las Grandes Ligas, incluso en el pasado reciente. Hay varios jugadores importantes en la liga incorporados al esfuerzo vinotinto. En comparación con lo ofrecido originalmente por las dividas de la LVBP, Sojo lleva un “dream team” al lejano oriente, a pesar de que ni siquiera los criollos que actúan en Japón, que se supondría serían de la partida, se inscribieron.  
         

El éxito de los Reales tiene ADN de Atlanta



Carlos Valmore Rodríguez
Dayton Moore convocó a su personal de confianza y dijo: “Ya tengo el equipo que quiero en la oficina. Ahora nos falta el que necesitamos en el campo”. Le tomó casi una década ensamblarlo y hace dos noches lo exhibió, ufano, en Nueva York.
La construcción de Kansas City, ahora el edificio más alto de las Grandes Ligas, comenzó por el penthouse, levantado con vigas y concreto traídos de Atlanta.  Hasta 2005, Moore ocupaba un cargo estratégico en las categorías menores de los Bravos. Al año siguiente le encargaron la refacción de los Reales, una obra que llevaba 20 años de abandono. Una fuerza telúrica lo arrastraba hacia Missouri: en su juventud, Moore era un fanático perdido de la novena azul. Remodelar la franquicia era para él una necesidad del alma.   
Como sabía que solo no podría, Moore reclutó a varios de los mejores ejecutivos que lo rodearon en la capital de Georgia. De allá se llevó a J.J Picollo, ahora jefe de personal de las filiales de los Royals y uno de sus principales consejeros. También a René Francisco,  quien se desempeñaba como director de scouteo internacional de los Bravos y que hoy, como uno de los vicepresidentes, es el responsable en Kansas City del programa de detección de prospectos en todo el globo terráqueo. Su unidad tramitó firmas como las de Salvador Pérez y Yordano Ventura.
Moore captó a otros de sus excolegas en Atlanta. Uno de ellos es Gene Watson, su asesor principal cuando de transacciones con otros clubes se trata y quien influyó en el movimiento que llevó a Missouri al jardinero Lorenzo Cain y al campocorto Alcides Escobar. Otro es Lonnie Goldberg, que como director de scouteo amateur fue el encargado de recomendar a jóvenes como Mike Moustakas y Eric Hosmer en el draft universitario. También enroló a Mike Arbuckle, quien tras su paso por los Bravos fue pieza esencial en la firma del núcleo de peloteros que llevaron a los Filis de Filadelfia a disputar dos Series Mundiales seguidas y ganar una. Junto con Arbuckle se fue Jim Fregosi Jr, otro miembro del team de arquitectos del nuevo palacio Real.   
Todos estos personajes estuvieron codo a codo con Moore fertilizando las feraces plantaciones de Atlanta. Y ahora son protagonistas a la sombra del triunfo de los Reales de Kansas City en la Serie Mundial de 2015. Antes de comenzar el clásico otoñal, Moore los reunió para recordar, en una nostálgica tertulia, los ingratos inicios, la campaña de cien derrotas con la cual se estrenaron, los últimos lugares y cómo se las arreglaron para vencer las sombras. “Misión cumplida”, proclamó. Se había honrado la promesa hecha a los propietarios de la organización: hacer que la realeza, tras tres décadas de destierro, recuperara el trono del beisbol.