viernes, 14 de diciembre de 2012

En el 45, el mundo fue Venezuela


Carlos Valmore Rodríguez  
En 1945, Venezuela repitió como asiento de una Serie Mundial de Beisbol Amateur con poco de  mundial y demasiado de amateur.
Con el prolongado aislacionismo estadounidense, y el desaire de Cuba, República Dominicana, México y Puerto Rico, Venezuela la llevaba robada, pero en serio. “Tenemos la seguridad de que nuestro team es muy superior”, escribió una obviedad el columnista Martín Fierro en las páginas de El Nacional. El primer torneo de la postguerra devolvía al país al nido Bolivariano y Centroamericano abandonado un lustro atrás. Otra vez Colombia, El Salvador, Costa Rica, materia vista y aprobada. Era como preguntarle a un ingeniero las tablas de multiplicar o a un filólogo cuándo acentuar las esdrújulas.
Los defensores del cetro, comandados de nuevo por José Antonio Casanova, contaban seis bicampeones del mundo: Héctor Benítez “Redondo”, Luis Romero Petit, Guillermo Vento, Enrique Fonseca, Ramón “Dumbo” Fernández y Julio Bracho. Otros seis ascendieron al trono por primera vez en Caracas 1944: Antonio Bríñez, Adolfredo González, Luis “El Mono” Zuloaga, Eduardo “Churupa” Pérez, Valentín Arévalo y Víctor García. Y entre los debutantes se hallaba el cachorro alfa de la pelota local: Alfonso Carrasquel. A estos leones le sirvieron de entrada un pichón como Costa Rica, desclasado de la sociedad beisbolera y que pagaba el noviciado en torneos de esta índole. En código fútbol, Brasil contras las islas Feroe. Los ticos fueron triturados 11-1 por las fieras mientras 15 mil almas bajaban el pulgar en el coso de San Agustín.
No todo sería solaz. Colombia forcejeó. Ya había planteado un diálogo entre iguales el año anterior y ahora exigió respeto en la derrota (3-0.) Los protagonistas resultaron Valentín Arévalo, con blanqueo, y Benítez “Redondo”, con doble productor de dos.
Tocó Panamá, que le arrugó el estreno a los locales en 1944 y  único entre los presentes capaz de echar una vaina. Casi la echó.  Luego de un episodio inicial de dos carreras, Venezuela fue forzada  a un silencio de claustro por el tirador canaleño Astor Cupidan, que colgó 14 ceros al hilo mientras su toletería le daba alcance a los criollos. No bastaron 9 entradas, tampoco 15, para quebrar la obstinada voluntad de lucha de los istmeños, que consiguieron un inaudito empate.  Conque la tabla de multiplicar, ¿no?  Bien, Venezuela se enredó con la del nueve.
Para el público resultaba inadmisible que los amos del planeta tuvieran que transpirar profusamente contra rivales de menor monta. En la prensa se hablaba de exceso de confianza. “Nunca tuvo Venezuela un cuadro con tantas figuras”, escribieron en El Nacional.
Nadie salvaría del tormento a El Salvador, que aún no pisaba el home luego de 20 entradas. En una hora y 35 minutos cesó un combate asimétrico (10-1). Aún así, Abelardo Raidi trinó contra el casero desde su tribuna en El Nacional. Denunció que el equipo tricolor “jugaba a lo que saliera”, “con un desgano inexplicable” y haciendo “payasadas en las bases”. “No está jugando a la altura de su poderío”,  condenó  el avezado cronista. Martín Fierro hizo su diagnóstico: “exceso de team”.
Pese a permanecer invicto, varios venablos impactaron la humanidad del timonel Casanova. Le cuestionaron haber sacado al pitcher Juan Tremaria en el quinto tramo, cuando tenía a El Salvador sin hits ni carreras. Lo señalaron por haber innovado con Alfonso Carrasquel en el short contra Panamá, en desmedro del veterano Adolfredo González. “Nos parece Carrasquel un gran prospecto, tal vez el mejor pino nuevo del equipo venezolano”, anotó Martín Fierro. “Pero en un partido de gran compromiso no era posible olvidar que Adolfredo González es un shortstop de veteranía… Si Casanova le sigue dando chance a los novatos, el campeonato corre el riesgo de irse en avión para Panamá”.  
Sea por presión de la opinión pública, o por genuino acto de contrición, Casanova reenganchó a González en el SS y se la jugó con el establishment por el resto del calendario: Romero Petit, Bríñez, Vento, Fernández, Finol, Benítez, González, Fonseca. Ellos despacharon a Nicaragua 3-0 en tiempo récord (1 hora y 17 minutos) con jonrón de Vento y blanqueo de Bracho, ambos de la vieja guardia del 41. Así terminó la ronda inicial del Mundial, en la cual los tiradores nativos consiguieron dos blanqueos y aceptaron cuatro anotaciones en igual cantidad de encuentros.
Un entremés degustó Venezuela en el inicio de la rueda final. 15-1 desguasó  a Costa Rica con una ráfaga de 22 hits. 12-0 desintegró a Colombia, con nueve arepas servidas por “El Mono” Zuloaga y tres fletes para “Dumbo” Fernández y Benítez “Redondo”. 8-4 sucumbió finalmente Panamá con tres remolcadas de Benítez que saldaron cuentas con Cupidan. “Venezuela ha logrado entrar, definitivamente, en forma”, opinó Abelardo Raidi. El bateo, que dejó hablar primero al pitcheo, tomó la palabra  en la hora buena y además tuvo la última.
El 15 de noviembre de 1945, mientras los  jerarcas del nacionalsocialismo respondían por sus crímenes en Nuremberg, Venezuela dictaba sentencia sumarial en la VIII Serie Mundial de Beisbol Amateur. A Nicaragua se la llevó una crecida de 13 carreras y 14 hits criollos. A falta de dos jornadas, el tricampeonato era tendencia irreversible. El trofeo se quedaba en Caracas. Nuevamente fue “Redondo” el principal gestor, con tres producidas. “El Mono” Zuloaga no solo ganó el partido, sino que mandó a tres para el hogar.
Los criollos se derraparon en el festejo al día siguiente, con una grotesca paliza de 31-1 a los salvadoreños. “Todavía estará cansada esa gente, de tanto que corrió”, bromea el general José Antero Núñez, autor de  libros sobre las coronaciones de 1941, 1944 y 1945.
Esta inhumana tunda fue récord del orbe y sobrevive como marca para selecciones nacionales mundialistas de beisbol. Como supondrán, Benítez tuvo otra fecha redonda, de seis remolcadas. Con triunfo 4-3 ante Panamá, Venezuela se despidió invicta del mundial centroamericano y del Caribe.
Las estadísticas finales debelaron la magnitud del desequilibrio en este torneo. Venezuela hizo 112 carreras en once partidos (10.1 por juego) y recibió solamente 22 (2 por encuentro). Durante la segunda parte, cuando Venezuela alcanzó su velocidad de crucero, la disparidad se hizo aún más escandalosa: en los últimos seis compromisos, la flota nacional pisó el pentágono 83 veces, a razón de 13,8 por lance.
La selección tuvo al Más Valioso del certamen (Benítez Redondo), que además fue campeón bate (.526), principal impulsor (16),  mayor anotador (16) y mejor jardinero. Antonio Bríñez ganó el premio al mejor inicialista luego de promediar para .444. “Dumbo” Fernández ligó para .456, Adolfredo González para .382 y Enrique Fonseca, que nunca bateaba, se bajó con .395 de average. Luis Romero Petit encabezó a los robadores, con 9. “El Mono” Zuloaga se alzó como el pitcher de mayor dominio (4-0). Dalmiro Finol resultó el infielder más destacado.
El mundial se redujo a Venezuela y cinco presas. “La no concurrencia de Cuba, México y Santo Domingo preparó los ánimos para una Serie Mundial floja, incolora”, puso las cosas en perspectiva Federico Pacheco Soublette, reportero para la época.  El general Antero Núñez precisa que los conflictos surgidos con mexicanos, dominicanos y cubanos en Caracas 1944 causaron el boicot del 45. Con los quisqueyanos el pique se remonta más lejos, a 1942, cuando los de La Española llegaron a negarse a jugar con sus pares suramericanos. En 1944 hubo un incidente en el cual salió herido un jugador dominicano tras liarse a golpes con un empleado del hotel caraqueño donde se alojaba.
Aún así, el mánager Casanova se envanecía por el campeonato conseguido en 1945. “Con este triunfo, Venezuela tenía en su haber tres Series Mundiales”, se transcriben sus palabras en el libro “José Antonio Casanova”, de José Antero Núñez. “Yo había contribuido en una como jugador y en dos como mánager, y es claro que me sentía orgulloso de ayudar a poner en alto el tricolor nacional”.  Vaya usted a saber si para Casanova sería motivo de alborozo o de congoja que, después de ellos, la nada. Han pasado 67 años y el país no ha vuelto a copar la arena internacional en el deporte que le duele más hondo.  ¿Será el Clásico Mundial de 2013 el cierre de tan largo paréntesis?
Box score del juego que le dio el título a Venezuela
Venezuela AB C H O A E
L. Romero 3B 5 2 0 1 2 0
A. Bríñez 1B 4 2 2 7 0 1
G. Vento LF 2 0 0 0 0 0
R. Fernández RF 4 2 1 0 0 0
H. Benítez CF 3 1 2 2 0 0
D. Finol 2B 3 0 1 3 4 0
A. González SS 5 2 2 2 4 2
E. Fonseca C 5 1 1 6 1 1
J. Bracho P 0 0 0 0 0 0
L. Zuloaga P 4 1 2 0 1 0
V. Osorio LF 3 1 2 3 0 0
G. Cedeño 2B-1B 2 1 1 2 0 0
V. Arévalo CF 2 0 0 1 0 0
B. Fuenmayor P 0 0 0 0 0 0
E. Pérez 2B 0 0 0 0 0 0
Totales 42 13 14 27 13 14

Nicaragua AB C H O A E
C. Newell LF 6 3 1 1 0 2
F. Green CF 6 2 2 5 0 0
J. Valecillo 2B-C 4 1 2 3 4 0
J. Cayasso 1B 3 0 0 9 0 0
J. Robinson RF 3 1 2 3 0 1
J. Williams 3B 3 1 1 2 1 1
F. Fletes SS 4 1 2 1 5 1
J. Sandoval C 2 0 1 0 0 1
F. Lara P 1 0 0 0 0 0
E. Mendoza P 0 0 0 0 0 0
A. Solórzano P 0 0 0 0 0 0
P. Sandoval P 0 0 0 0 0 0
A. Fonseca P 2 0 0 0 1 0
J. Hernández C 2 0 0 1 0 0
C. Navas 2B 1 0 0 2 1 0
A. Miranda (1) 1 0 0 0 0 0
Totales 39 9 11 27 12 6
Bateó por Navas en el 9º inning
Anotación por entradas
Venezuela 020 503 120 -13
Nicaragua 010 014 030 -9
Sumario: two base hits: H. Benítez, E. Fonseca, F. Fletes.
Hits a los pitchers: A J. Bracho 3 en 1 y 1/3 innings; a L. Zuloaga 8 en 6, a B. Fuenmayor 0 en 1 y 2/3, a F. Lara 7 en 3 y 2/3, a E. Mendoza 0 en 0, a A. Solórzano 0 en 0, a P. Sandoval 0 en 0, a A. Fonseca 4 en 3 y 1/3, a J. Valecillo 3 en 2.
Struck outs: L. Zuloaga 5, B. Fuenmayor 1,  J. Valecillo 1.
Bases por bolas: J. Bracho 1, L. Zuloaga 7, F. Lara 1, E. Mendoza 3, P. Sandoval 2, A. Fonseca 1, J. Valecillo 1
Doubleplays: J. Williams a J. Valecillo;  A. González a D. Finol.
Bases robadas: S. Cayasso, L. Romero 2, A. González.
Carreras limpias: A. J. Bracho 1, a L. Zuloaga 3, a B. Fuenmayor 0, a F. Lara 5, a E. Mendoza 2, a A. Solórzano 0, a F. Sandoval 0, a A. Fonseca 2, a J. Valecillo 2
Empujadores: V. Osorio, R. Fernández, H. Benítez 3, G. Cedeño, D. Finol 2, D. Fonseca, L. Zuloaga 3, E. Green, J. Valecillo, S. Cayasso, J. Williams 2, J. Sandoval
Passed ball: J. Hernández
Pitcher ganador: L. Zuloaga
Pîtcher derrotado: F. Lara
Tiempo de  juego: 2 horas y 30 minutos
Umpires: señores Winne, Scannon y Kafka.
Anotador oficial: Alberto Hidalgo
Caracas, 15 de noviembre de 1945   
El Dato
En la paliza de 31-1 a El Salvador, Venezuela sonó 22 hits y El Salvador cometió 12 errores
El Dato: el último día del torneo, Casanova quiso volver a poner a Alfonso Carrasquel, pero el muchacho de 17 años de edad se negó a hacerlo. Le quitaron el uniforme


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