jueves, 13 de diciembre de 2012

Andrew quiere ser el doctor Baldwin


Carlos Valmore Rodríguez

“Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higía y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia”
Extracto del Juramento Hipocrático


Ron Taylor fue bigleaguer por once temporadas. Se retiró en 1972, aunque tiempo después volvió a las mayores con nuevo uniforme: bata, estetoscopio, equipo de otorrino. Se fue lanzador, volvió  médico de los Azulejos de Toronto.
Andrew Baldwin, escopetero de Caribes de Anzoátegui, quiere verse en ese espejo.
El diestro, Pitcher del Año de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional en su apartado 2010-2011, se someterá a un examen final mañana en la  paralela. Si  arroja la bola a más de ochenta millas entrará al roster de 34 la semana que viene para completar lo que vino a hacer este año: ayudar a la tribu a ganar. Si la pistola sigue marcando menos de 80  se acabará  Baldwin,  el tirador, y nacerá el doctor Baldwin, especialista en medicina deportiva. Escolapio será su divisa y sus reglas las de  Hipócrates. 
La vocación de curar le viene de familia. Su madre es pediatra. Un tío también es facultativo. Fue buen estudiante y sacó un “bachelor” (especie de TSU) en medicina. Lleva once años ahorrando su sueldo en las menores y el Caribe. Tiene la inclinación, la disciplina, las notas y el dinero. “Siempre me ha gustado esa profesión. Estoy familiarizado con la carrera por mi mamá”, afirma el derecho que, en vez de ponches, recetará analgésicos. “Mi sueño era el beisbol, llegar a las Grandes Ligas, pero ya que no se pudo lo de las mayores quiero ser médico”, dice sereno el todavía monticulista en ejercicio. “Sé que es una carrera costosa y difícil, pero creo que puedo hacerlo. Mi plan es estudiar en la Universidad de Washington”.  
“Todos estos años jugando beisbol me han servido de mucho”, apunta Baldwin. “Sé bastante sobre lesiones, porque las ha sufrido (casi no ha podido lanzar en la contienda 2012-2013 de la LVBP a causa de fatiga en el hombro y desgaste en el manguito rotador). Siempre le pregunto cosas al doctor Mata Mata (traumatólogo de Caribes). Quiero especializarme en el área de las lesiones deportivas,  hombro, rodillas”.
Mata Mata, que ha atendido las dolencias de Baldwin, le ve talento para pasar de paciente a colega. “No solamente tiene las calificaciones para ser admitido en las escuelas de medicina, sino también ese Bachelor de tres años”, menciona el especialista. “Posee conocimientos de biomecánica y conoce los términos, los entiende con facilidad. Y está actualizado, muy bien informado sobre sus problemas físicos. Cuando le aplico un tratamiento, él va y lo busca en Internet, investiga.  Me pregunta las técnicas que aplico. Siempre hablamos de eso. Al parecer él viene pensando en dar el paso desde hace tiempo, pero fue este año cuando se me acercó. Como no ha estado casi en el roster, disponemos de bastante tiempo para conversar sobre el asunto. Puede hacer medicina deportiva, incluso la quirúrgica. Todas las grandes organizaciones deportivas del mundo, en cualquier disciplina, exigen que sus médicos tengan esa especialidad”.  
El principal consejo de Mata Mata para su pupilo es que se decida ya. “Él todavía está a tiempo para comenzar” (acaba de cumplir 30 años). Pero lo que siempre le digo es que no lo demore mucho”, le recomendó el doctor. “Si en verdad va a retirarse, que comience los estudios de inmediato. Que no se aguante dos o tres años más. Es lo que se sugiere a los médicos que quieren hacer postgrado: que no dejen pasar más de un año entre su graduación y el inicio de la especialización”.
Baldwin dejará el beisbol sin amargura. “Ha sido lo mejor de mi vida”, apunta el estadounidense, que pasó casi una década en las filiales de los Filis de Filadelfia, los Marineros de Seattle y los Mellizos de Minnesota antes de hacer un vuelo rasante por la liga mexicana de verano. “He pasado excelentes momentos, he conocido a grandes peloteros y tuve la oportunidad de jugar en esta excelente liga que es la venezolana, con sus magníficos fanáticos, que apoyan a uno todo el tiempo.  Ha sido un gusto jugar con Caribes, me han tratado muy bien. Pero ya es tiempo de dedicarme a otra cosa, y eso es la medicina. Yo me siento más fuerte, ya no siento dolor. Espero poder recuperarme para terminar mi carrera lanzando con Caribes”. 

Día clave
Anzoátegui no pierde la esperanza de que Andrew Baldwin se recupere del todo y pueda contribuir a la causa en el round robin. “Hemos esperado bastante por él, y es lo menos que podíamos hacer tomando en cuenta lo que Baldwin le ha dado al equipo”, indicó ayer Samuel Moscatel, gerente general de la divisa. “El mánager Alfredo Pedrique preguntaba en estos días: ¿pero tan bueno es? Le recordaba que hace justo un año tuvo una extraordinaria labor de siete entradas, como solía hacerlo. Lamentablemente los 500 innings que ha lanzado en los últimos dos años le pasaron factura y el brazo se le agotó.  Eso suele suceder. En un momento llegó a tocar las noventa millas por hora, luego hacía el trabajo con una recta a 84-85 millas, pero ahora le cuesta llegar a ochenta. Por eso este viernes, en la liga paralela, tendrá una prueba de fuego. Si logra pasar de las ochenta millas, lo meteremos en el roster, con el deseo de que nos ayude en el round robin.  Eso sería fabuloso. Su contribución sería muy importante. De lo contrario, lamentablemente no podremos seguir esperando. Para nosotros será un orgullo si se retira del beisbol con nosotros y estoy seguro de que le irá bien en cualquier cosa que haga”.          

    

No hay comentarios:

Publicar un comentario