miércoles, 3 de abril de 2013

De Andrés Galarraga a Carlos González

Carlos Valmore Rodríguez
Efraín Ruiz Pantin
Scottsdale
Hace 20 años, Colorado, estado 38 de la Unión Americana, fue también la vigésimo tercera provincia de Venezuela, anexionada por el pionero Andrés Galarraga con su bate campeón como espada vencedora. Los Rockies, que vinieron al mundo en 1993 bajo el signo del Gran Gato, son venezolanos por nacimiento, y en su vigésimo aniversario otro colono criollo vino a recordarles esa unión umbilical.
Es Carlos González, un maracucho que, como Galarraga en el 93, celebró en Denver un título de toleteros en las Grandes Ligas. "Galarraga fue uno de los que creó la cultura venezolana en este equipo. Desde entonces llueve aquí el talento de nuestro país", expresa el líder de las artilleros de la Liga Nacional en 2010.
En la primera temporada de los Rockies, Galarraga cortó la cinta del club nacional de campeones de bateo en las mayores, al que González se afilió 17 años más tarde. Se cumplen dos decenios de esa corona precursora y González quiere hacer algo grande que le recuerde a Colorado que sus mejores hijos nacieron en Venezuela. "Para eso estamos", repone el jardinero y toletero zurdo. "Vinimos simplemente a hacer un buen trabajo y a representar a nuestro país, como lo hizo Andrés en esa primera etapa del equipo de Colorado. Para mí, es como retroceder en el tiempo, pues recuerdo completamente cuando Galarraga logró su título de bateo. Estaba bastante niño (ocho años), pero eso llamó la atención de toda una nación. Para mí es bastante especial usar la camiseta que él utilizó y con la que llevó el primer título de bateo a nuestro país".
Por esas coincidencias del destino, Galarraga y González tuvieron la oportunidad de estar juntos en este año tan especial. Fue durante el Clásico Mundial de Beisbol, en el que González era el jardinero derecho de Venezuela y Galarraga el coach de bateo. "Cada momento que viví con Galarraga lo aproveché muchísimo. Es de esas personas con la que quieres compartir ideas sobre lo que hacía cuando jugaba, en busca de cuál era su secreto", reseñó Cargo. Galarraga también se llevó una buena impresión del outfielder. " Es tremenda persona", describe el máximo jonronero venezolano en las Grandes Ligas (399). "Hablamos muchas cosas de allá de Colorado, de que ahora tiene a Walt Weiss como mánager y a Dante Bichette como instructor de bateo. Es gente que jugó conmigo".
¿De qué manera piensa honrar González el testamento de Andrés Galarraga? Ganar otro título de bateo sería perfecto para él, aunque la marca de 30 vuelacercas y 30 robos le luce más cercana.  "Esa es una meta que me la tomo personal y creo que puede darse si me mantengo sano", comenta el marabino. "Tengo la habilidad para hacerlo y espero que sea este año.  Los jonrones son más fáciles para mí porque con buenos swings la pelota va a salir del terreno. En las bases hay que mantenerse agresivo. No soy un corredor rápido por naturaleza, sino porque me he esforzado en ganar velocidad. Por eso he estado cerca, gracias a ejercicios de correr las bases para obtener resistencia. Me exijo yo mismo ser explosivo y suelto a la hora de correr". 
Galarraga da por sentado que González dará un buen golpe con los Rockies este año, como él hace 20. "Sería buenísimo. Es tremendo bateador, es un estilo así tipo Ken Griffey", opina el ex inicialista.  "Tener confianza en el home es lo más importante y eso le sobra a él. Es un bateador fino, tiene un swing muy bonito. Tiene todo para ser campeón bate nuevamente y no solo campeón bate, sino jonronero y empujador. Él sabe que es bueno, sabe que tiene un potencial, sabe que tiene un buen swing".
Galarraga y González no solo tienen en común la nacionalidad, sus títulos de bateo, el uniforme con el cual los lograron y haber tenido como tutor a Don Baylor. Además comparten ciertas características como paleadores. Ambos fueron campeones bate sin rendir mucho el promedio con los boletos. En 1993, Galarraga ligó para .370, pese a haber caminado solamente 24 veces en 506 apariciones. En 2010, González encabezó a la Liga Nacional con .336 y solo esperó cuatro malas en 40 ocasiones. "Tengo, y el Gato también la tenía, la habilidad de conectar pitcheos malos", analiza el maracaibero. "A veces pasas por rachas tan buenas que le tiras con los ojos cerrados y la bola brinca de tu bate y consigue un hoyo".  Como contraparte, González se ponchó 135 veces en 2010, otro rasgo en común con el caraqueño de Chapellín, que tuvo cuatro lideratos de abanicados en su carrera.  
No obstante, González lleva dos años distanciándose de ese patrón de pocos boletos/muchos ponches. En 2011, las K bajaron de 135 a 105 y las B subieron de 40 a 48. En 2012 la tasa de outs por strikes disminuyó de nuevo y los pasaportes se mantuvieron. "Mejorar la relación ponches/boletos es excelente y se debe a que el tiempo te permite ir madurando", dice Cargo. "Ya no tengo 24, como cuando gané el título de bateo. Aquel  pelotero  venía de su segunda temporada completa en las mayores, en la cual los lanzadores me estaban retando y yo era un bateador agresivo y hacía swing cada vez que me lanzaban.  Ahora las cosas han cambiado. Ya soy un jugador consolidado en las Grandes Ligas y los pitchers me lanzan más difícil, con más cuidado, y hay que ser más inteligente, porque si sigues haciendo swings a pitcheos fuera de la zona vas a producir más outs que carreras. Año tras año, uno va viendo lo que el rival quiere contigo. A veces no quieren lanzarte. Y debo aprovechar que estoy en la mejor edad que tiene un pelotero: cerca de los 30 años (tiene 27).
En 1993, Galarraga se perdió un mes de calendario por una lesión que por poco le impide sumar las apariciones legales necesarias para optar por el título de bateo. "Baylor me puso de primero o segundo para tener los turnos reglamentarios. Tenía que jugar con una rodillera especial", evoca El Gato. González, que se lastima con frecuencia a causa de la intensidad de su juego, promete ser cuidadoso. "Lo principal es no estar en lista de incapacitados, que es lo que impide que podamos hacer cosas buenas", señala. "Debo ser cuidadoso con mi cuerpo. Aprovecharé los días libres que me dé el mánager para descansar y prepararme para el día siguiente", promete..   
Dante Bichette jugó con Andrés Galarraga y ahora es uno de los instructores de González en los Rockies. Para él, la coincidencia principal entre Galarraga y González no es ninguna de las que hemos mencionado, sino la personalidad. "Además de que le pueden dar un batazo a cualquiera y juegan bien al beisbol, se parecen en que son personas felices", acota uno de los famosos "Bombarderos de la Calle Blake", que junto con Galarraga vivían sembrado pelotas en las gradas del Coors Field a mediados de los noventa. "Andrés es uno de mis amigos especiales cuando yo jugaba. Éramos de los Bombarderos y siempre estábamos alrededor del cuarto puesto en el bate. Por eso vi cualquier cantidad de batazos de Andrés. A Cargo lo estoy conociendo. Y es un buen muchacho. Puede hacerlo todo, correr, batear, fildear. Pudiera pitchear si lo necesitáramos. Es muy talentoso. Va a ser divertida esta temporada". Galarraga también nota esa semejanza en la forma de ser.  "Con la sonrisita y la cosa se nos hacen las cosas más fáciles. Disfrutamos lo que estamos haciendo", apostilla.
A Galarraga le sorprende que ya se vayan a cumplir 20 años de aquel título de bateo que González espera rememorar. "Me parece que fue ayer. Me sorprende que ya hayan pasado 20 años de eso, que motivó a otros peloteros. Y espero que sigan surgiendo venezolanos con esas cualidades. Dejé una buena estela en Colorado y Carlos la ha seguido". 
Cargo ya puso la piedra fundacional: en el partido inicial de los Rockies disparó el centésimo cuadrangular de su carrera para ser el décimo quinto grandeliga local en atesorar esa cantidad de jonrones. "Cada año es para nosotros otro reto, otra meta más a superar", fue el comentario final de Carlos González, el hombre dispuesto a tirar la casa por la ventana en el vigésimo aniversario de los Rockies y del primer título de bateo logrado por un venezolano.

Recuadro
Por otro Guante de Oro
Carlos González ha ganado dos Guantes de Oro, y si se lleva otro será apenas el quinto criollo en conseguir ese galardón más de dos veces (los otros son Omar Vizquel,  Luis Aparicio, David Concepción y Jesús Marcano Trillo, todos infielders).  "Puedo hacer mejores cosas defensivamente", subraya Cargo. "Tuve como tres o cuatro errores y fueron por ajustes en el leftfield. Cuando juegas centerfield las esquinas se te facilitan un poco más. Me tomó tiempo adaptarme, pero lo hice y por eso gané mi segundo Guante de Oro. Uno no solo gana juegos con un batazo, sino también con el guante". Dante Bichette lo cree capaz de cualquier cosa.  "Espero tener a Carlos sano para que pueda desplegar su juego", declara.  "Ya ganó un título de bateo y el Guante de Oro Es una súper estrella y espero que juegue como tal".  
Recuadro
Cargo de promoción
Por los 20 años de los Rockies de Colorado, Carlos González ha sido convocado a varias actividades promocionales. "Hemos hecho el comercial en el que salen todas esas anécdotas, como  el título de bateo de Galarraga. Van a salir unos bubble heads míos. Es un año especial y por eso nos preparamos para dar un buen espectáculo", manifestó.

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