Carlos
Valmore Rodríguez
San
Juan
Anoche
le dieron jaque mate pastor a Venezuela, un gran maestro del beisbol. En dos
jugadas levantaron de la mesa a un equipo que venía a coronarse en el Clásico
Mundial y se despide con la peor actuación de la Vinotinto en la breve historia
de esta competición. Esto es el Apocalipsis, otro luto nacional, indefinido, para los
amantes de la pelota en el país. "Todavía no lo creo. No estaba en los planes",
dijo el mánager Luis Sojo, triste por esta nueva desilusión de la que es rostro
visible.
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grandeligas en ejercicio estarán mañana de vuelta a sus equipos. Los esperaban
dentro de dos semanas.
La
derrota por 6-3 ayer ante Puerto Rico sentenció a Venezuela a la pena capital
luego de un juicio sumarísimo que duró 48 horas. Representa el que tal vez sea
el mayor descalabro en la historia
deportiva del país, porque nunca fue tan abismal la brecha entre metas y resultados. Por eso, profunda es la decepción, honda la pena. Hoy
hay una nación inconsolable, frustrada y colérica, porque pidió triunfo y se le
sirvió fracaso.
El
primer tercio de juego que lanzó Carlos Zambrano invitaba a ilusionarse. Nueve
hombres, nueve outs. En esa parte, "El Toro" se portó. Repentinamente, como revientan los aguaceros
en el trópico, se desorientó en el cuarto. Ángel Pagán le abrió con doble, pero
Miguel Cabrera lo encerró entre primera y segunda luego de un rolling de Irving
Falú para el primer out. Ante el grandeliga Alex Ríos, Zambrano reclamó un
ponche, pero no se lo dieron y se enojó. En cambio hubo boleto, wild y
pasaporte a Yadier Molina para llenar las bases. A esa altura, el diestro ya
había hecho 63 envíos y le tocaba salir. Sojo llamó a Enrique González,
"un caballito de batalla", a decir del mánager. Pero llegó Mike
Avilés, y con sencillo productor de par de carreras empató el juego a dos y
sembró las semillas de la angustia en un equipo que no tenía mañana, como en
efecto no lo tuvo.
Y
no lo tuvo porque Venezuela no le dio a la pelota. Sencillo. En la alineación
hay dos campeones de bateo, un triplecoronado, tres MVP, tres Bates de Plata,
seis tipos que han bateado .300 en temporadas de las Grandes Ligas. "Pero
en el Clásico no se gana con Guantes de Oro ni Bates de Plata", Miguel
Cabrera dixit. Y el hecho cierto, incontrovertible, testarudo, es que todos
esos All Star, todos esos temibles y probados artilleros en la pelota más
exigente que existe, anotaron seis carreras en los primeros dos partidos (solo
por encima de Australia y España), dieron trece hits y ligaron para .200.
Únicamente Australia y Taiwán
promediaron menos que unos paleadores que entre todos golpean para más de .290
de por vida en las mayores. Miguel Cabrera, Pablo Sandoval y Carlos González,
los tres del medio del lineup, se combinaron para chocar de 24-4 (.166) con
tres remolcadas -todas del Panda- y más de una decena de compañeros dejados en
base. El machucón al pitcher con el que se despidió el Más Valioso de la Liga
Americana y primer triplecoronado en casi medio siglo fue la metáfora de todo
un plantel. Con el tiempo, seguro se habrían ajustado. Pero aquí, en el
Clásico, no lo hay. Es muerte súbita y muerte fue.
Así
pasó contra Dominicana primero y contra Puerto Rico ayer. Nelson Figueroa, un
hombre de 38 años de edad que no logró ser figura en MLB, solo flejó en el
tercero cuando permitió doble de Omar Infante,
sencillo productor de Marco Scutaro, golpeó a Asdrúbal Cabrera y aceptó
tubey impulsor de Sandoval. Era una entrada prometedora, pero Asdrúbal fue out
en home cuando trataba de engomarse con el doblete de Sandoval y la cuenta del
inning quedó en dos. Y el score de Venezuela permanecería inalterado hasta el
noveno, cuando hubo una tardía e insuficiente reacción. Entre el cuarto y el
octavo, Venezuela no pudo darle hit ni al veterano Figueroa ni al prospecto
Giovanni Soto, que retiró a ocho de los diez a los cuales se midió. Sojo pidió
todo el crédito para ambos.
El
pitcheo tampoco respondió. Ni el jueves ni anoche. A Zambrano le hicieron dos
en 3.2. A Henderson Álvarez le agregaron
tres en cinco entradas. La
primera fue en el quinto, cuando Puerto Rico tomó el mando de la pizarra por
3-2 gracias a boleto a Martín Maldonado, sacrificio de Andy González y obús
impulsor de Ángel Pagán. Y luego sucedió el racimo de tres en el octavo, cuando
se terminó por escribir la nota necrológica de una selección que vino a ser campeona.
Todo
empezó con un bolazo de Henderson, habitualmente un pitcher controlado, a la
humanidad de Alex Ríos. De inmediato, Carlos Beltrán tronó indetenible y
quedaron hombres en primera y segunda. Y para que le salvara la vida, Sojo tomó
la decisión de convocar al home a Juan Rincón, un veterano de diez años en las
Grandes Ligas, pero que no está en el sistema MLB actualmente y quien entró en
el roster ante la coyuntura de la lesión de José Mijares. Rincón recibió hit de Yadier Molina y elevado
de sacrificio de Avilés para un 4-2 que se hacía pesado. Y eso que aún no
llegaba la lápida: el tubeyote con el que el "Wuicho" Figueroa, de 39
años de edad, saludó a Francisco Rodríguez para poner el pleito 6-2.
Aquí,
en el Hiram Bithorn de San Juan, expiró Venezuela en el Clásico de 2006 al perder con República
Dominicana. Pero esto es peor que el
fracaso de 2006. Hace siete años, a
Venezuela la eliminaron en segunda ronda y el verdugo fue el de siempre:
República Dominicana. Esta vez la Vinotinto baja al sepulcro en el segundo
partido y contra Puerto Rico, una fuerza
en contracción que demostró que jugar bien al beisbol dos noches seguidas
alcanza para seguir respirando.
El
fracaso duele, pero mañana saldrá el sol.
La
clave
El
relevo de Giovanni Soto: tres entradas casi inmaculadas entre el quinto y el
séptimo que aplanaron a una Venezuela que venía de hacer dos carreras. Sin
mucha velocidad, pero sí mucha colocación de sus envíos rompientes, Soto, un
pitcher AA, dejó mudos a los grandeligas criollos, que se fueron de 9-0 contra
el zurdo.
La
figura
José
Wuicho Figueroa
Cuando
vino de emergente por Andy González en el octavo, todavía había juego, pues el
marcador estaba 4-2. Pero su tiza a lo profundo del right contra Francisco
Rodríguez bajó la santamaría. A los 39 años de edad, Figueroa sigue repartiendo
líneas hasta en un torneo que congrega a astros de las Grandes Ligas
La
decisión
Sojo
pudo haber traído en ese crucial octavo episodio a Ronald Belisario, que tuvo
casi 30 holds en Grandes Ligas en 2012. Con hombres en primera y segunda, el
sinker mortal del taponero de los Dodgers podía inducir un dobleplay salvador
que le diera un último chance a la ofensiva. Pero vino Juan Rincón, quien no
pudo evitar que los dos corredores que heredó terminaran en el home.
Qué
le funcionó a Venezuela
La
defensiva, que estuvo a la altura
Martín
Prado, que duplicó
César
Jiménez, que sacó un buen out en el octavo
Qué
le falló
Casi
toda su alineación, en especial el centro de ella. Entre Miguel Cabrera, Pablo
Sandoval y Carlos González se fueron de 11-2, con un flete
El
pitcheo, que en los dos primeros partidos de Venezuela dejó EFE de 7.41, una de
las más altas del torneo hasta ahora.
Por
qué está eliminada Venezuela
Porque
con 0-2 ya no puede alcanzar a Dominicana y Puerto Rico, que tienen 2-0.
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