martes, 2 de abril de 2013

Cabrera no dejó de aportar



Carlos Valmore Rodríguez
Minneapolis
Ni cuando batea de 5-0, Miguel Cabrera se va en blanco.  Aunque el boxscore del juego de ayer dice que falló en todos sus turnos  y que cometió un error al campo, el Más Valioso de la Liga Americana en 2012 le echó piernas para vencer. Corriendo a más no poder remolcó la primera carrera de los Tigres de Detroit en 2013 y anotó la segunda.
Ese par de rayitas hicieron diferencia en el triunfo (4-2) de Justin Verlander sobre los Mellizos de Minnesota, con el cual los actuales campeones de la Liga Americana iniciaron como se debe su tránsito por la presente campaña.
Fueron tres rollings al campocorto y dos abanicados para el triplecoronado venezolano. Eso dice la libreta. El juego maneja otra versión. Cierto, con dos en bases sin outs en el primer inning, Cabrera solo pudo rodarla por el torpedero Pedro Florimón, que con la conexión de frente y el corpulento venezolano viajando hacia primera parecía tener un dobleplay hecho y envuelto para regalo. Florimón forzó en segunda a Torii Hunter, solo que Cabrera le ganó al tiro a la inicial. Eso valió, no porque se engomara Austin Jackson desde tercera, que igual lo iba a hacer, sino porque luego Prince Fielder, con un lineazo por la izquierda ante el abridor Vance Worley, mandó a Cabrera para la goma con el 2-0. Con la doblematanza, el daño hubiera sido menor. "Con las pequeñas cosas se ganan los juegos", aseguró luego del compromiso el antesalista de los actuales campeones de la Liga Americana.
Sin garrotazos de 400 pies ni líneas silbantes entre dos, Miguel Cabrera contribuyó. Y eso es lo que cuenta para él.  "Con un hit aquí y otro allá se pudo conseguir el objetivo. No hubo necesidad del doble ni del jonrón para ganarles. Hoy la ofensiva no resaltó como estaba pronosticado que lo hiciera, pero haciendo este tipo de cosas se ganan estos partidos, que son muy importantes porque el abridor de nosotros solo fue hasta cinco innings", detalló Cabrera, quien tuvo que hacer ese sprint a primera con un clima en punto de congelación. "Jugamos con un clima bastante difícil", reconoció. "Pero mientras puedas hacer carreras temprano en el juego es mejor para ti y para el pitcher abridor, más cuando ese abridor es Verlander".  
 El primer hit de Cabrera en la temporada pudo haber llegado en la tercera entrada. Con Torii Hunter en segunda por doble, el criollo sonó un saltarín al hueco que Florimón logró alcanzar y transformar en out de forma muy lucida. Se llevó los aplausos del Target Field. Luego el slugger nativo dio otro arrastrado, pero de frente a Florimón en el quinto acto y terminó ponchado, tras un largo turno, en el sexto. Ya en el noveno, sí que fue guillotinado con facilidad. "Con o sin hit, pudimos ganar un buen partido. Esperemos que en los próximos juegos podamos responder con mayor efectividad", replicó el maracayero.
No fue un partido fácil para Cabrera a la defensa. Aparte de cometer un error (a él no le pareció la anotación) tuvo que lidiar con el tremendo frío de Minneapolis. Se vio obligado a colocarse un pasamontañas que le cubriera la boca y las orejas. "No me pareció error, pero estaba el número uno de nosotros pitcheando y cada jugada cerca siempre la van a cuestionar", declaró. "Pero así es la pelota. Estamos aquí para hacer los ajustes y ahora trataremos de agarrar los rollings más hacia adelante sin tratar de lanzarme la pelota, que fue lo que quise hacer para poder tirar. Ahí fue cuando cometí el error". Con el pasar de las horas, el frío aumentó y por eso buscó protección. "Hice todo lo posible por mantenerme caliente, pero era imposible: con cada inning hacía más frío", dijo. "Es difícil jugar con esta temperatura y por eso tenemos que darnos crédito todos. Jugamos duro y pudimos ganar".   
Víctor Martínez tuvo su primer partido en Grandes Ligas desde el 28 de septiembre de 2011. Eso es lo sustantivo, no su línea sin hits en tres viajes como designado y quinto en la formación de Jim Leyland.
Omar Infante fue el hombre más destacado entre los criollos de Detroit. En el segundo episodio dejó caer una línea al bosque izquierdo que amparó hasta el hogar a Johnny Peralta con la tercera rayita de los Tigres. Luego, en el cuarto tramo, se anotó otro indiscutible al left. El guanteño quiere batear .300 este año y comenzó auspiciosamente su camino. "Estoy contento con este buen comienzo", dijo el oriental, que se fue de 4-2. "En el primer inning sabía que me iban a venir con recta, le dejaron en el medio y aproveché. En el siguiente turno me volvieron a tirar recta. Ojalá que pueda seguir así". Para Cabrera, es muy importante el aporte que hizo Infante desde la última casilla del lineup. "Ellos, la toletería que viene atrás, van a ser clave. Y respondieron hoy", finalizó.

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