Carlos
Valmore Rodríguez
Una
ventolera reformista sopla con fuerza en la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional. Es por la época. A medida que se apronta la Convención Anual del
circuito se huracanan las brisas renovadoras. Es una constante. Y casi siempre
pasa lo mismo: nada.
Ha
habido varios conatos de modificar el esquema de competición, casi todos
frustrados. La última vez que cristalizó un movimiento fue durante la
Convención realizada en Margarita hace seis años, cuando la mudanza de Pastora
de los Llanos a Margarita forzó la abolición del sistema divisional en la ronda
eliminatoria, que fue reemplazado por el más antiguo formato de todos contra
todos. Desde entonces, la hojarasca transformadora se ha levantado varias veces
sin que el régimen imperante se conmueva. Han sido varios los intentos fallidos
de reformular el funcionamiento de la postemporada. Pero los que quieren
cambios se reagrupan y proponen. Y vuelven a la carga con tres alternativas.
Aquí se las vamos a presentar, con sus pros y contras.
Propuesta
1
Ronda
eliminatoria de 63 juegos por equipo, round robin de 12 juegos y cinco
competidores, semifinal de cuatro conjuntos con enfrentamiento directo a un
tope de cinco compromisos para ganar tres entre el primer clasificado y el
cuarto, y el segundo contra el tercero para definir a los finalistas, que se
medirán en una serie a un máximo de siete juegos para ganar cuatro. En ese
esquema, la ronda eliminatoria debe comenzar el 8 de octubre y terminar el 23
de diciembre. Y en el round robin, que arrancaría después de Navidad, el
primero y el segundo clasificado solo serán visitantes una vez ante el cuarto y
el quinto.
Quién
la formula: La idea partió originalmente de Cardenales de Lara hace algunos
años, pero ahora la reflotó la actual Junta Directiva de la LVBP. Navegantes
del Magallanes también la ha puesto sobre la mesa.
Puntos
a favor
Mantiene
el modelo de cinco clasificados a postemporada, que es un punto de honor para
la mayoría de los equipos.
Al
comenzar más temprano, la final despega antes y su finalización no queda tan
encima del inicio de la Serie del Caribe, lo que le da al campeón venezolano la
oportunidad de practicar antes de la justa y ganar tiempo para buscar
refuerzos.
Al
acortar el round robin, se reduce el sufrimiento económico de los elencos que
quedan eliminados temprano en el todos contra todos, los cuales deben seguir cumpliendo
el calendario con elevados costos fijos e ingresos mermados por la caída en la
asistencia a su estadio.
Se
agrega un elemento novedoso para el público como es el enfrentamiento directo en
semifinales, que no se vive en la LVBP desde la campaña 1986-1987, última antes
de la entronización del round robin. Así se mantiene la máxima emoción posible
sin haber llegado a la final.
Simultáneamente
conserva el round robin, un formato probadamente exitoso en taquilla, al menos
para la mayoría de los contendores.
Puntos
en contra
Genera
dificultades adicionales para armar el calendario del round robin, pues al ser
cinco clasificados, y doce los partidos a jugar, la cifra de enfrentamientos
contra cada rival necesariamente deberá ser impar (3), lo que provocará que
contra ciertos adversarios los equipos tendrán que disputar más encuentros como
visitante que como local.
Se
usarán doce partidos de round robin para eliminar a un solo conjunto. Es un
tamiz que no es tal, pues deja pasar al 80% de los aspirantes, lo que no deja
de ser raro. “Raro es un perro azul marino”, bromeó uno de los ejecutivos
consultados.
Obliga
a comenzar la postemporada en diciembre. La última vez que se ensayó ese cronograma
(2008-2009) algunos equipos se quejaron porque la taquilla de los primeros
encuentros desmejoró en relación con el comportamiento habitual cuando la
semifinal arrancaba el 2 de enero.
Viabilidad
En
este momento, ninguna. El solo hecho de que los socios hayan aprobado inaugurar
la temporada regular el 10 de octubre y terminarla el 29 de diciembre descarta
esta propuesta, que no convenció a todos los clubes.
Propuesta
2
Fase
regular de 63 partidos, round robin de cinco clasificados y ocho partidos por
equipo, cuatro de los cuales avanzarán a una semifinal de eliminación directa
entre el primero y el cuarto y el segundo contra el tercero, que pugnarán a un
máximo de cinco o siete desafíos (eso está por definir) para ganar tres. De
allí saldrán los dos finalistas, que pugnarán en un límite de siete cotejos
para investir al monarca. El primero que gane cuatro será el soberano. Esta
oferta la hizo Lara el año pasado y el Caracas se plegó a ella. La directiva en funciones de la LVBP la trajo al
presente
Puntos
a favor
Mantiene
los cinco clasificados a postemporada, considerado por muchos dentro de la LVBP
como un derecho adquirido.
Al
reducir drásticamente el round robin, hay más holganza tanto para la ronda
eliminatoria como para la final, que ya no correrá el riesgo de solaparse con
el pistoletazo para la Serie del Caribe. Eso permitirá una mejor preparación
para el campeón venezolano, ya que los refuerzos podrán practicar y ponerse en
forma antes del torneo regional.
Al
comprimir el round robin se alivia el sufrimiento de los equipos que fracasan,
que ya no tendrán que arrastrar los pies en el largo maratón del todos contra
todos mientras pierden dinero a montones. Los perdedores terminarán su
calendario rápido.
Puntos
en contra
Recorta
demasiado el round robin, que es una mina para los que tienen chance hasta el
final.
Prácticamente convierte al round robin en una ronda de
muerte súbita, lo que le quita su carácter justiciero, en el que a los mejores
equipos les da tiempo de demostrarlo en el terreno. A más juegos, más oportunidades hay de que el
mejor se imponga.
En
el actual esquema, los rivales más taquilleros juegan cuatro veces. En la
propuesta de round robin de 12 juegos, se miden en otras ocasiones. En este
formato, solo dos.
Viabilidad:
Fuentes internas aseguran que no tiene porvenir porque no le acomoda a la
mayoría de los socios.
Propuesta
3
Ronda
eliminatoria de 70 juegos, abolición del round robin e implantación de una
semifinal de cuatro equipos que se eliminarán en dos series de enfrentamiento
directo a un máximo de siete juegos (primero contra el cuarto, segundo contra
el tercero) para definir a los dos finalistas. Estos combatirán a un tope de
siete choques.
Elementos
a favor
En
una eliminatoria más larga que la actual de 63 hay más oportunidad de que el
mejor quede primero.
El
campeón de la eliminatoria recibirá un aliciente adicional: enfrentarse
solamente con el peor clasificado, en teoría el rival menos fuerte.
Sustituye
varios partidos de nómina alta (los de la postemporada) por varios partidos de
nómina baja (en la eliminatoria)
Al
eliminar el quinto clasificado, la calidad queda más concentrada en la
postemporada, pues solo los cuatro mejores (la mitad del total) pueden
concurrir ante ella.
Al
campeón le da más tiempo de prepararse bien para la Serie del Caribe.
Al
ser más corto, el calendario tiene mayor margen de maniobra.
Puntos
en contra
Suprime
dos puntos de honor para muchos de los equipos: el round robin y el quinto
clasificado. Eso significa menos partidos de alta asistencia y un convidado menos
al botín de la postemporada.
Una
eliminatoria de 70 partidos puede tornarse demasiado larga y, por tanto, llegar
a aburrir a la gente.
Las
pérdidas económicas de los que salen rápido de carrera en el round robin se
trasladarían, por más tiempo, a los que sucumben, tempranamente, en la
eliminatoria, aunque en ella impere la figura de la taquilla compartida entre
home club y visitante.
Viabilidad:
ninguna. La propuesta ni siquiera fue incluida en el correo electrónico enviado
a los ocho equipos para su revisión.
El
formato de hoy
Ronda
eliminatoria de 63 partidos, con cinco clasificados a un round robin de 16
encuentros por club. Los dos primeros avanzan a la final, a un máximo de siete
lances para ganar cuatro.
Puntos
a favor
Ha
sido un éxito económico y alineación ganadora no se cambia.
Puntos
en contra
Con
un round robin tan largo, y que comienza el 2 de enero, hay que embutir la
eliminatoria en un envase muy pequeño, donde queda poco espacio para
reprogramar juegos en caso de lluvia
El
round robin de 16 encuentros
obliga a empezar la final muy tarde, tanto que casi no hay separación entre su
término y el inicio de la Serie del Caribe, lo cual hace imposible ensamblar un
plantel competitivo y suficientemente descansado.
Qué
puede pasar
Diera
la impresión de que todo quedará igual
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